¿ Qué es la Ansiedad Social y cómo tratarla?

16.03.2025

La ansiedad social se caracteriza por la presencia de malestar extremadamente intenso ante las situaciones sociales. Se trata de un temor intenso a ser humillado, juzgado y criticado, lo cual interfiere significativamente en la vida de la persona. Se siente temor a ser evaluado negativamente, ser humillado, juzgado, a equivocarse, etc.

Aunque todos sentimos nervios en algunas interacciones sociales, la ansiedad social va más allá, interfiriendo significativamente en la vida cotidiana.

¿Qué es la Ansiedad Social?

La ansiedad social, también conocida como fobia social, es un trastorno caracterizado por un miedo extremo a situaciones en las que la persona debe interactuar con otros o ser el centro de atención. Este miedo puede generar un gran malestar y llevar a no expresar la propia opinión por temor al qué dirán, no hacer planes o cancelarlos, temor a hacer nuevas amistades por si creen que soy aburrido; también puede llevar a la evitación de eventos sociales, entrevistas de trabajo, hablar en público e incluso actividades diarias como hacer una llamada telefónica o pedir comida en un restaurante.

Las personas con ansiedad social suelen anticipar escenarios negativos: "Voy a hacer el ridículo", "Se van a reír de mí", "Voy a quedarme en blanco". Este tipo de pensamientos refuerza el miedo y hace que la persona evite exponerse, lo que a su vez perpetúa el problema.

Los síntomas de la ansiedad social pueden dividirse en tres categorías principales:

Los síntomas fisiológicos, que pueden ser: taquicardia, sudoración excesiva, temblor en las manos o la voz, rubor facial, dificultad para respirar.

Dentro de los síntomas cognitivos encontramos: miedo intenso a ser juzgado o rechazado, pensamientos negativos recurrentes sobre la interacción social, creencia de que los demás notarán su nerviosismo, autocrítica excesiva después de una situación social, etc.

Los síntomas conductuales son: la evitación de situaciones sociales, dificultad para hablar en público o expresar opiniones, aislamiento progresivo y dependencia de alcohol o sustancias para afrontar eventos sociales.

Si no se trata, la ansiedad social puede afectar gravemente la calidad de vida, limitando oportunidades académicas, laborales y personales. Puede llevar a la depresión, baja autoestima y problemas de adicción. Además, la evitación constante refuerza el problema, creando un círculo vicioso difícil de romper.

La principal característica de una persona con ansiedad social es la evitación de todas esas situaciones que generan el enorme malestar.

También es característico de estas personas el prepararse y practicar innumerables veces ciertas acciones o frases que se deberán llevar a cabo ante otras personas, intentando fortalecer la sensación de control y de ese modo fortalecer la creencia de que de ese modo, no se va a equivocar, porque claro, si me equivoco van a pensar mal de mí.

Otras conductas como comer en público, hacer una simple pregunta a un dependiente, sentirse incómodo durante una conversación, analizar cada uno de los pasos que das, recordar la conversación o una presentación que has tenido esta mañana y buscar todos los detalles en que puedas haberte equivocado… todo ello son situaciones cotidianas en las que la ansiedad social se hace presente.

Tratamiento y estrategias para superarla

Afortunadamente, la ansiedad social se puede tratar. Algunas estrategias efectivas serían:

La exposición progresiva, es decir, enfrentar de manera gradual y controlada las situaciones temidas. La evitación a corto plazo reduce la ansiedad, porque estamos evitando aquello que nos genera malestar, pero a largo plazo la función de la evitación es mantener y reforzar el temor, creencias y pensamientos asociados, incrementando su intensidad y generalizándose a otras situaciones parecidas. Por ello es necesaria la exposición a las situaciones o conductas temidas, indudablemente para ello deberás contar con los recursos necesarios para enfrentarte a la ansiedad que te genere afrontar esas situaciones.

Por otro lado, es muy importante aprender a identificar y cambiar los pensamientos irracionales por otros que sean más adaptativos.

La tendencia de pensamiento de una persona con ansiedad social es catastrofista, imaginando siempre los peores escenarios posibles. Por ello debemos evaluar su validez, reestructurar esos pensamientos y modificarlos por otros más adaptativos. Debemos de traer a la consciencia esos patrones de pensamiento, ver cómo de sesgados pueden estar y modificarlos, ya que si conseguimos formular pensamientos alternativos a esos pensamientos catastróficos, nos será más fácil exponernos gradualmente a las situaciones temidas.

También es importante usar técnicas de relajación que reduzcan la activación fisiológica y nos ayuden a manejar el estrés.

Además el poder compartir tu malestar con alguna persona de confianza puede ayudarte a empezar a enfrentar esas situaciones que temes.

Por último, en algunos casos también será necesario trabajar las habilidades sociales, lo que nos ayudará a sentirnos más capacitados para expresar nuestros deseos, derechos o necesidades.

La ansiedad social puede resultar incapacitante, pero se puede superar. Con el tratamiento adecuado y estrategias de afrontamiento, es posible recuperar el control y disfrutar de la vida sin que el miedo a la opinión ajena nos limite. Si sientes que la ansiedad social interfiere con tu vida diaria, buscar ayuda profesional es un paso valiente y necesario hacia el bienestar.


Davinia Ribes.