La estructuración del yo según el Análisis Transaccional (2ª PARTE)
Si has entrado en este post del blog sin saber lo que es el
PAN, te recomiendo que leas primero este post: La estructuración del yo según el Análisis Transaccional
ya
que es complejo entender esta segunda parte si no se lee la primera con
antelación.
A partir de ahora, daré por hecho que has leído la primera parte, así que no me responsabilizo del idioma extraño que puedas leer a partir de ahora y de la frustración o shock que ello puede conllevar. Dicho esto, entremos en materia.
Esos tres personajes que comentaba en la primera parte se subdividen en más personajes, todos ellos con polarización positiva y negativa.
Padre – Se divide en dos
- Padre Nutritivo (PN): El padre nutritivo es la parte protectora que aconseja y ayuda. Su versión positiva es la protección sana. Su versión negativa se da cuando este personaje pasa a SOBREproteger a los que están a su alrededor, a dar consejos cuando nadie se lo ha pedido, etc.
- Padre Crítico (PC): El padre crítico, tan cuestionado en esa primera parte en la que lo convierto en cliché para entenderlo mejor también tiene una parte positiva. El Padre Crítico Positivo hace referencia a la puesta de límites de forma asertiva tan necesaria para nuestro autocuidado, así como a la autocrítica constructiva. Por el contrario, el Padre Crítico Negativo hace referencia al que se explicaba en la primera parte, es decir, en el anterior post.
Adulto
Según la teoría, el Adulto no tiene versión positiva ni negativa. El Adulto es la parte racional que busca soluciones en los problemas del día a día. La parte que nos lleva a la acción.
Niño – Se divide en varios apartados
- Niño Libre (NL): Según la teoría, el Niño Libre siempre es positivo, ya que hace referencia a nuestras apetencias, gustos, intereses y a nuestro disfrute. Pero aquí me gusta hacer un matiz y buscarle la polarización. El Niño Libre puede acabar siendo negativo si, en lugar de ir a trabajar, decido quedarme en la cama fingiendo tener un resfriado para descansar un día más.
- Niño Adaptado (NA): El Niño Adaptado, se llama así, porque se adapta al Padre del PAN tanto de una misma persona como a los Padres del PAN ajeno. Dentro de este Niño Adaptado encontramos dos tipologías:
- Niño Adaptado sumiso (NAS): Aunque el nombre pueda dar a entender que solo tiene parte negativa, el Niño Adaptado Sumiso se entiende como positivo cuando acatamos las normas: no cruzar cuando el semáforo está en rojo o entrar a trabajar a la hora indicada. Sin embargo, se convertirá en negativo cuando vive en lo que el propio nombre indica, en sumisión con respecto a los demás. Cuando se adapta a todo lo que le indican y no se atreve a realizar sus intereses o a decir sus opiniones, así como cuando complace a los demás.
- Niño Adaptado Rebelde (NAR): Este personaje puede suponer un poco de confusión ya que su nombre parece incongruente. ¿Cómo va a ser un Niño Rebelde, alguien adaptado? Mediante este ejemplo, podremos aclarar esta duda.
Imagina que estas en casa de una amistad y te ofrece un helado. Te apetece mucho y aceptas la oferta. Pero, cuando te va indicar todos los tipos de helado que tiene, tu amistad dice: "Tengo chocolate blanco, almendrado, chocolate negro, bueno tú chocolate negro no; fresa...". Y tú, que en un principio habías optado por el almendrado en tu cabeza, al oír la prohibición ante el helado de chocolate negro piensas: "¿Perdona? ¿Por qué no voy a poder comer chocolate negro? ¿Porque me lo digas tú?". Y dices: "Pues es que yo quiero chocolate negro".
Al final, por rebelarte ante el Padre del PAN de tu amistad que te ha puesto un límite, vas a cambiar tu apetencia inicial y te vas a adaptar a su Padre. Por tanto, el que se va a quedar sin el almendrado que querías, eres tú por decisión propia. Esta sería la versión del Niño Adaptado Rebelde negativo. Otro ejemplo que puede verse en consulta es cuando una persona adolescente nos dice "es que para salir hasta las doce, no salgo". Y opta por no salir ese sábado por la noche en lugar de disfrutar en un plan de varias horas. Pero ojo, este Niño Adaptado Rebelde no sale únicamente en la infancia y la adolescencia. Lo podemos encontrar en muchas personas adultas.
Por el contrario, la parte positiva de este personaje hace referencia a la denuncia de las injusticias y a la rebeldía como método de lucha por tus derechos desde una parte más enérgica y emocional. Muchas veces en consulta, cuando una persona sumisa empieza a poner límites, lo hace desde el enfado y con una pequeña falta de asertividad, pero es un primer paso hasta la regulación y flexibilidad que podrá llevar a cabo cuando vaya entrenando en esta nueva forma de expresión.

Para finalizar, te dejo unas preguntas para propiciar la introspección:
¿Te resuenan comportamientos con cada uno de estos personajes?
¿Cuáles son los que más te representan?
¿Hay alguno que condicione tu vida negativamente?
Mónica Blasco.